Los efectos de COVID-19 en los profesionales médicos

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Angela Tarakchyan (izquierda) y Adam Law (derecha) en la oficina de Encino de Balance & Vestibular Center: Physical Therapy (BVC).

Samuel Irmas, Reportero

La pandemia de COVID-19 ha sido muy estresante y agotadora para muchos de los profesionales en las especialidades médicas.

Mia Abboud, una enfermera que trabaja en Santa Paula Hospital, pasa todas las 12 horas de su turno manteniendo la viva de sus pacientes con COVID-19.

Profesionales que tratan a los pacientes que no están en el hospital también tienen desafíos, según el fisioterapeuta Adam Law y la gerente de la oficina, Angela Tarakchyan. Ellos trabajan en la oficina de Encino de Balance & Vestibular Center: Physical Therapy (BVC). Estos cuatro profesionales describen cómo COVID-19 ha afectado su salud mental.

Abboud dijo que el COVID-19 ha tenido un impacto en la salud mental de las enfermeras. Un factor importante es el aumento del número de los pacientes y responsabilidades para las enfermeras porque pacientes de COVID-19 están gravemente enfermos y necesitan más atención que otros. Los hospitales no están contratando más enfermeras para prevenir más casos de COVID-19 a los empleos en los hospitales.

Algunos ya no quieren trabajar como enfermeros porque el trabajo es demasiado para ellos, dijo Mallorie Hazlewood, una enfermera registrada de UCI de Kaiser San Leandro.

Hazlewood dijo que algunas enfermeras ahora tratan seis o siete pacientes en lugar de dos. Sus obligaciones incluyen proveyendo oxígeno o asistencia para comer y usar el baño.

Abboud dijo que enfermeras en su hospital solamente tienen la responsabilidad de hacer estas acciones y para muchas pacientes a la vez.

Otro factor son las muertes frecuentes, que Abboud dijo ocurren un par de veces cada semana mientras que Hazlewood dijo que la tasa de supervivencia de los pacientes que ingresan a la UCI es del 20%.

La parte más difícil para Hazlewood es ver pacientes que no sobreviven y las familias no puedan entrar al hospital para despedirse. Las enfermeras usan iPads para ayudar a las familias a ver a los pacientes, incluso durante sus últimas horas.

Abboud dijo que las enfermeras lloran cuando los pacientes mueren y se apoyan mutuamente cuando ellos necesitan tomar descansos mentales.

Hazlewood dijo que las enfermeras también tienen casos aleatorios y repentinos de llanto durante las actividades diarias normales, como mientras conducen y se lavan la ropa.

Enfermera Mia Abboud preparando a entrar un “sala COVID” en su PAPR (powered air purifying respirator), una máscara y un vestido. (Foto aportada)

Aunque todos los profesionales médicos no ven muertes de COVID-19, todavía ven cómo el virus afecta negativamente a las vidas. Law y Tarakchyan de BVC dijeron que COVID-19 está dificultando el proceso de curación de sus pacientes y agravando sus síntomas. Muchos pacientes tienen miedo a contraer el virus y por eso no quieren ir a las clínicas de tratamiento.  Este miedo intensifica sus síntomas, como mareos, estrés y ansiedad.

Para la mayoría de los fisioterapeutas, la falta de sesiones en persona los ha llevado a tratar los pacientes en la computadora, que los pacientes encuentran difíciles de usar. Law no es aficionado a las sesiones de la computadora.  Él describe su profesión como un “enfoque práctico en persona” y que las sesiones de computadora “cambiarían toda la dinámica de un fisioterapeuta.”

Los profesionales médicos tienen muchas predicciones sobre el futuro.  Hazlewood y Abboud creen que los profesionales médicos estarán afectados para siempre por COVID-19 y necesitarán ayuda de salud mental para condiciones como PTSD.

Law y Tarakchyan siguen esperando que las vacunas ayudarán a la sociedad a regresar por completo o casi a la normalidad.

Aunque la pandemia ha afectado la salud mental de profesionales médicos, nunca se han sentido más orgullosos de su trabajo. Ellos quieren que el público sepa cumplir con las normas del código de salud y que esto es esencial para frenar la pandemia y facilitar las cosas para su propia salud y la salud de sus pacientes. Todos [Hazlewood, Abboud, Law, y Tarakchyan] están de acuerdo que el público no debería ignorar los protocolos que podrían salvar vidas.

Abboud dijo que la comunidad debería recordar que los profesionales médicos también son humanos.

Los profesionales médicos quieren dejar de ver a la gente morir diariamente. En el lado positivo, se [Hazlewood, Abboud, Law, y Tarakchyan] sienten confiados en cómo lidiar con situaciones como COVID-19 en caso de que alguna vez surgiera en el futuro.