Experiencias de la comunidad de Cal Lutheran con COVID-19

Miriam Carrillo, Reportera

La comunidad de California Lutheran University ha sido grandemente afectada debido al COVID-19. Aunque al comienzo de la pandemia, la universidad se propuso a hacer lo mejor para apoyar la seguridad de la sociedad escolar, varios fueron impactados de una manera u otra.

A causa de los riesgos generados por la pandemia, la universidad decidió suspender las clases presenciales y comenzar clases virtuales a partir del 13 de marzo, 2020. Los estudiantes que vivían en la universidad tuvieron hasta el 31 de marzo para desalojar su dormitorio.

Para Nina Ojeda, promoción 2021, la pandemia impactó bastante su experiencia en Cal Lutheran. En una entrevista por Zoom, Ojeda dijo que el virus drásticamente ha afectado sus dos últimos años en la universidad. En marzo de 2020, regresó a su casa por la pandemia, pero al comenzar el nuevo semestre primaveral del año 2021, se regresó a los dormitorios.

Cuando Ojeda regresó a Cal Lutheran, salió positiva su prueba de COVID-19. Ojeda dijo que nunca sintió ningún síntoma, pero de todos modos tuvo que estar encerrada en un cuarto de cuarantena. Esto fue muy difícil para ella; dijo que estar en el cuarto se sintió como estar en una cárcel. Le traían comida, pero las opciones eran muy limitadas. Dijo que en general, se sintió sola sin ningún tipo de apoyo.

Ojeda dijo que hubo muchos cambios dentro de poco tiempo, pero lo más difícil fue aceptar que ya no iba a ver más diversión en la universidad. También dijo que para proteger la salud de los estudiantes, la universidad implementó nuevas reglas y regulaciones, incluyendo no traer amigos a los dormitorios.

Emma Bentley, promoción 2021, que vive en la universidad, también dijo en una entrevista por Zoom que no poder tener invitados en los dormitorios ha sido algo muy pesado, ya que se siente sola. El ambiente ha cambiado y aunque los asistentes de residencia traten de formar eventos vía Zoom, no es igual.

Bentley dijo que Cal Lutheran quiere evitar el contagio de COVID-19 para proteger la salud de los estudiantes, pero también importa la salud mental y de cierta forma, la están ignorando. Bentley dijo que hay estudiantes que tienen depresión y ansiedad. Para muchos, la habilidad de tener invitados podría ayudar con esto. Para los estudiantes, especialmente los que tienen familia y amigos que viven lejos, las nuevas reglas hacen que sea casi imposible verlos, dijo Bentley.

Bentley dijo que a pesar de que la universidad tiene recursos de salud mental disponibles, la mayoría de estudiantes no los usan debido a que preferirían convivir con sus seres queridos, ya que son ellos los que los pueden entender.

Alana Chávez, promoción 2021, también salió positiva su prueba de COVID-19.

Chávez dijo en una entrevista por Zoom que “mis síntomas fueron muy fuertes; hubo un momento donde pensé que lo mejor sería ir al hospital.” Fue por eso que dijo que fue muy trabajoso hacer tarea, poder concentrarse y asistir a las clases.

Chávez dijo, “A mis profesores no les importó que yo tenía COVID-19. La mayoría de ellos no graban la junta ni usan [diapositivas de PowerPoint], entonces si no asistía, iba a perder información importante para mi aprendizaje.” Fue por eso que no sintió ningún tipo de apoyo de parte de los profesores.

Chávez dijo, “En verdad, estoy decepcionada; esperaba más de parte de la escuela.”