El uso del transporte público en vez de un automóvil personal es un hábito que no es muy común en los Estados Unidos. Esto se debe a muchas razones culturales y, especialmente, al desinterés que existe por usarlo debido al statu quo.

El uso del transporte público tiene beneficios extensos personales y para el medio ambiente, pero el sistema actual tiene que mejorar para ser más utilizable. Aunque no existe mucha demanda por ello, es importante mejorar los sistemas de transporte público para que sean eficientes y accesibles.

En el verano del 2018, yo y cinco de mis mejores amigos decidimos ir de vacaciones a Corea y Japón para celebrar nuestra graduación de la escuela preparatoria. Durante este viaje de tres semanas, solo estuvimos dentro de un carro cuatro veces.

Nos movíamos en trenes, autobuses y a pie. Después de regresar a casa, extrañé usar esas maneras de transporte. La transición a volver a andar en carro varias veces todos los días fue extraña, aunque no me molestaba manejar o viajar en carro antes del viaje.

Extrañaba poder caminar por las ciudades para llegar a las estaciones de tren o las paradas de autobús con facilidad y especialmente la puntualidad de los sistemas de transporte público. Aunque mis razones eran mayormente nostálgicas, existen razones diversas para usar el transporte público.

Un artículo de Vox describe un fenómeno que puede explicar parcialmente por qué casi no se usa el transporte público en los Estados Unidos; puede ser debido al hecho que se ve como la alternativa a no tener un automóvil personal. Esta mentalidad genera una idea que solo las personas de escasos recursos usan el transporte público.

Debido a esto, las tarifas de estos servicios no son lo suficientemente altas para poder mantener a su propia industria. Al final, el gobierno invierte dinero de los impuestos para mantener estas industrias a flote que genera mucho más costo que beneficio al público general estadounidense.

Además, los servicios se mantienen de baja calidad porque se ve como algo que poca gente usa, y existe la idea de que solo la gente que no tiene ninguna otra opción usará el transporte público, así que no hay razón para mejorarlo.

Un artículo de Ridango, una compañía basada en Estonia que ayuda a las compañías de transporte para facilitar el uso de sus servicios, habla de cinco razones por las que usar el transporte público es beneficioso en general y además ayuda al medio ambiente.

Algunas de las razones nombradas en el artículo incluyen: la reducción de la contaminación generada por los automóviles personales, la reducción de tráfico que se da al minimizar la cantidad de automóviles en las calles (lo que genera comodidad para los peatones y ciclistas), y el hecho de que usar el transporte público típicamente es más barato y más relajante para los pasajeros.

Otra artículo de APTA, la asociación del transporte público de los Estados Unidos, describe algunos de los beneficios de usar el transporte público. Estos beneficios incluyen: los empleos que genera la industria, la reducción de probabilidad de estar en un choque, el hecho de que se puede ahorrar dinero usando este servicio en vez de mantener un carro, y la diversidad de opciones para moverse para cualquier persona.

Aun con estos beneficios y más, el artículo dice que al momento de publicarse el 45% de las personas estadounidenses no tenían manera de usar al transporte público por falta de acceso.

Es muy importante hacer que los sistemas de transporte público sean accesibles a una mayor cantidad de la población general y además crear sistemas eficaces y fáciles de usar. Esto ayudará a que las personas vean este servicio como un beneficio en vez de una carga y además ayudará a desestigmatizar el uso del transporte público en los Estados Unidos.