El equipo de fútbol americano de California Lutheran University está compuesto por atletas dedicados que viven fuera y dentro de la universidad. Las experiencias entre los atletas que viven dentro y fuera de la universidad son distintas y varían. Sin embargo, su compromiso y dedicación al equipo los ayuda a manejar su tiempo y perseverancia. 

Un obstáculo al que los viajeros se enfrentan es el horario de práctica.

“Cada lunes y martes tenemos ejercicios en el gimnasio muy temprano como las cinco de la mañana,” dijo el jugador defensivo Hector Palacios, promoción 2022.

Según Anthony Lugo, el entrenador principal que ha estado con el equipo por 14 años, los entrenamientos empiezan a las cinco de la mañana, lo que implica que los atletas que viven fuera del campus están manejando a las cuatro de la mañana. 

Esto significa que están despiertos a las tres de la mañana. Despertarse a esta hora puede llevar a dificultades de gestión del tiempo con atletismo, escuela, sueño y otras actividades diarias. 

El mariscal de campo, Nick Acosta, promoción 2023, vive en el campus y también se da cuenta de que sus compañeros algunas veces luchan por llegar a tiempo al entrenamiento. Él mencionó que vivir en el campus es mucho más conveniente porque puede caminar a todas las instalaciones sin problema. 

El pateador del equipo Steve Sanchez, promoción 2022, inicialmente vivía fuera del campus, pero ahora vive en el campus.

“El costo de gas es muy caro, especialmente en este estado,” Sanchez dijo. 

Éste es otro problema para muchos atletas que viajan al campus diariamente. Palacios vive media hora de la escuela y estuvo de acuerdo con Sanchez sobre el costo de gasolina. El manejo hacia y desde el campus cada día se suma a una gran cantidad de dinero para la gasolina. 

Acosta dijo que muchos de los atletas que viajan al campus pagan los abonos del gimnasio público aunque reciben membresías gratuitas con la universidad porque es más conveniente para ellos. 

El jugador de ataque, Hector Gonzalez, promoción 2023, expresa que aunque él vive cerca del campus, prefiere caminar a su gimnasio local que está cerca de su casa porque reduce el costo de gasolina.

A pesar de donde viven, dentro o fuera del campus, los atletas han aprendido maneras de manejar su tiempo con entrenamientos y sus académicas.

De acuerdo con Lugo, los atletas que viven en el campus hacen todo lo posible para ayudar a sus compañeros de equipo incluyendo quedarse en los dormitorios por una noche cuando la póliza del campus lo permite. 

Sin embargo, debido al COVID-19, hay una restricción en los dormitorios donde no pueden quedarse en los dormitorios, pero el equipo se esfuerza para pensar de nuevas maneras de ayudarse entre ellos. 

Lugo dijo que por el buen carácter de los atletas, trabajan juntos como un equipo para motivarse a pesar de estos retos. Ellos entienden las perspectivas y compromiso que toma para ser parte del equipo. Esto es lo que los empuja a manejar su tiempo mejor. 

Estos atletas enfrentan retos pero aprenden a adaptarse para sobresalir juntos como equipo. Para varios, estos obstáculos no son considerados “graves,” pero en realidad, afecta en varios aspectos de su vida diaria. 

Sin embargo, los atletas han aprendido a manejar su tiempo a través de la ayuda de sus compañeros y su dedicación al equipo. Dedicación al equipo y el juego es algo que todos los atletas tienen en común. Les permite ser estudiantes y atletas a pesar de donde viven.