Cómo podemos mejorar la seguridad de las mujeres que viajan diariamente a la escuela

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Maria Botello Carrillo, promoción ‘21, está estudiando criminología y justicia penal y espera trabajar con menores en riesgo. Ella ha estado viajando diariamente a la escuela desde que comenzó la universidad. Ella ha sentido la desventaja de viajar y aunque CLU es privada, cree que es injusto que no sea lo suficientemente seguro.

Angelica Rangel Cabrera, Reportera

Ha habido muchas tragedias que nos han alejado de honrar el mes de la historia de la mujer, y para muchas mujeres, caminar a casa, a su automóvil después del trabajo o de la escuela por la noche siempre ha sido aterrador.

Las mujeres son las únicas que entienden cuando digo que algunas veces cuando salgo a correr por las mañanas, tengo que quitarme los auriculares cuando veo a un hombre caminando cerca de mí.

Un informe del Centro de Investigación de Víctimas dijo que casi el 50 por ciento de las mujeres informaron haber tenido contacto sexual no deseado. Aunque muchas universidades intentan enfatizar la importancia de que las mujeres estén alerta cuando caminan hacia su automóvil, no es un sistema perfecto en el que no tienen suficiente seguridad.

Maria Botello Carrillo, promoción 2021, informó a través de una entrevista de Zoom que después de sus clases nocturnas, las que terminan cerca de las diez de la noche, siempre le ha pedido a un amigo que la acompañe a su automóvil y lo ha estacionado cerca de su salón de clases.

Otro problema que puede surgir es que muchos hombres pueden decir que “también hay violencia contra los hombres.” Aunque reconozco declaraciones similares a ésa, es importante reconocer que lo más probable es que los hombres también cometan violencia entre ellos mismos. No se trata de una cuestión de género en esta situación y creo que declaraciones como esa pueden detenernos para comenzar a buscar una solución a la violencia contra las mujeres.

Botello también dijo que las universidades pueden hacer una gran diferencia al ayudar a las mujeres a sentirse más seguras, lo que sugirió que debería haber más luz en las áreas aisladas y más personas de seguridad del campus caminando o conduciendo.

El Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones dijo que los mensajes consistentes en todo el campus, como involucrar al liderazgo del campus para promover la cultura de seguridad y respeto, han ayudado a las mujeres a sentirse más seguras en la universidad.

Otra forma en que Cal Lutheran puede mejorar la seguridad y reducir la violencia contra las mujeres es brindando capacitaciones de autodefensa, alentando a las mujeres a recuperar espacios públicos e invitar a campañas de información que se presentan a todos los géneros. No hay muchas escuelas que están poniendo seguridad; son muy pocos ejemplos de los cuales Cal Lutheran pudiera inspirarse.

La experiencia y todo lo que las mujeres tienen que pasar para llegar a la universidad es inaceptable. Su enfoque principal después de una clase nocturna no es tener un momento de relajación para ellas mismas, ya sea caminando hacia su automóvil o conduciendo, lo que las mujeres realmente piensan es que “espero llegar pronto a casa,” su lugar seguro.

Cal Lutheran y otras universidades deben crear conciencia sobre la seguridad de las mujeres y la información sobre seguridad no solo debe dirigirse a las mujeres, sino también a los hombres para que puedan aprender a respetar y ayudar. Tener más seguridad para proteger a sus estudiantes no debería ser una discusión; es algo que debe hacerse ahora para prevenir futuras injusticias y tragedias.